Sin obligación
alguna
He rastreado cada
verso,
en cada poema que
has escrito.
Guardé por
años tus cartas,
resolví un día
tirarlas todas,
(está bien, admito, mentí)
aún guardo una
o dos,
de aquellas,
de las de hoy…
mucho no hay que guardar,
porque aunque
secos los labios,
la humedad de
la piel
por esa extraña
razón de lo no probado
y presentido,
resguarda en
la memoria,
la fantasía…
de un beso.
Migdalia B. Mansilla
R.
Julio 10 de
2012