Memorias
Nunca hubo
lógica en el silencio,
fijar la
mirada, dar un paso al frente,
fundirnos en
un abrazo
y sentir
nuestros corazones
 golpear fuerte en un solo pecho.
Siempre hay un
tiempo en el ayer,
no es que te
diga  sea malo recordar ahora,
contar los
recuerdos, es que es distinto.
Ayer  la palabra corría a raudales
por nuestras
venas,
sembrándose  en cada poro de  nuestros cuerpos,
ella, ganaba
todas las batallas, 
nos confundía a
veces,  aunque al final,
vivíamos sólo
por y para ella.
Mas, amor mío,
sale de mi
alma decirte,
-aunque ya lo
sepas-
que no
hemos  logrado nada
de lo que
pautado para otros exista,
sólo que
seguimos luchando
contra lo
desconocido
de una memoria
falta de olvido.
Migdalia B.
Mansilla R.
Agosto 08 de
2012