miércoles, noviembre 05, 2008

Fatiga


Fatiga



evoco sin par los Médanos de Coro
¡tantas veces!
años de infancia
de volver y volver
de verlos danzar de un lado a otro
de caminarlos
de hundir mis pies
dejando profundas huellas
en sus doradas arenas
sin embargo
-asombro siempre-
al tratar de regresar
siguiéndolas
ya el viento las había borrado
quedando sólo el espejismo
grabado en mis ojos


asi / el amor a veces
es como el médano
un desierto
donde la sed es la aridez
de algún eco sin voz
donde el viento del norte
o del este / oeste
o del sur que arrasa
-no importa-
hace desaparecer en el olvido
las huellas que aunque profundas
en su momento
abrieron abismos en la oquedad del tiempo
en el silencio de entraña
sobresaltado sólo por el ulular del viento
del norte/ del este/oeste/sur
¡qué importa!
si al fin todo vuelve al silencio
que sucumbe en la mentira
de aquellas palabras que pintaron
pozos de agua
esperanzas de una voz muda
en el oasis de una muerte segura


hay que creer
pensar
saber
sentir
que en un instante de vida
un desierto puede ser
más que un desierto


Migdalia B. Mansilla R.
Fecha: No sé cuándo, ni cómo, creí habitaban pocos yo en mí, ahora siento una manisfestacion de protesta de muchos yo con vallas encendidas.
Ocubre 04 de 2008

2 comentarios:

Elisabet Cincotta dijo...

Excelente poema Mig, no hay más que decir, cada verso engancha al otro y complacen.

besos

Elisabet

josé lopez romero dijo...

Querida Mig, hace un tiempo ya que suelo frecuentar tus laberintos y nunca la emoción decae. Sabes que soy un incondicional de tus versos y prosas que escribes en una forma que me supera, y a la que quisiera llegar un día. Cuando me busques por ahí andaré, sobrevolando tu querida Venezuela.